Cada año, millones de familias enfrentan la pérdida de un ser querido sin la seguridad financiera adecuada. ¿Cómo proteger a nuestros seres queridos de la incertidumbre en estas situaciones? El seguro de vida es la respuesta.
Sin duda, una póliza de vida es una red de seguridad perfecta para garantizar la estabilidad económica de los que uno más quiere cuando dejamos este mundo.
Pero, ¿hasta qué punto esta póliza puede convertirse en un salvoconducto hacia la tranquilidad financiera? Esto dependerá de cuánto se cobre por un seguro de vida por fallecimiento.
¿Quieres conocer cuánto dinero puede pagar la aseguradora a un beneficiario de una póliza de seguro de vida? Aquí te lo contamos.
Cuánto se cobra por un seguro de vida por fallecimiento
La cantidad media que se cobra por un seguro de vida por fallecimiento se sitúa en 38.500 €. Esta cifra cambia en función de la suma asegurada y las cláusulas adicionales detalladas en la póliza.
Cuando el tomador contrata un seguro de vida, pacta con la compañía la indemnización destinada a los beneficiarios de la póliza. Por lo tanto, es el titular del seguro quien decide cuánto se cobra por un seguro de vida por fallecimiento, es decir, la cifra exacta.
Esta cantidad puede variar desde cientos hasta miles de euros, dependiendo del acuerdo establecido al contratar la póliza. Pero, si nos atenemos a los estudios más recientes de los que disponemos en 2024 en España, como el elaborado desde UNESPA con datos del servicio de estadísticas del sector seguros (ICEA), podemos hacernos una idea del capital asegurado medio.
El capital asegurado de media como montante de protección económica al adquirir un seguro de vida asciende a:
- 42.676 € (en caso de los hombres).
- 34.348 € (en caso de las mujeres).
Como ves, la cantidad que se asegura como beneficio por el seguro de vida cambia si lo contratan ellos o ellas.
Si calculamos una media entre ambas cifras, obtenemos un total de 38.512 €.
Pero, tal y como hemos indicado, este dato es totalmente orientativo. Puede cambiar en cada caso concreto porque es el tomador el que tiene la última palabra y determina el capital a cobrar por un seguro de vida por fallecimiento en el momento en que firma el contrato.
También hay que prestar atención a las cláusulas adicionales que incluye el contrato del seguro y que pueden determinar la cantidad a pagar.
Si se da el caso de que la póliza tiene múltiples beneficiarios, el capital se distribuirá entre ellos según las instrucciones que figuren en el contrato.
Por otro lado, hay causas de fallecimiento como el suicidio, los deportes extremos o las profesiones peligrosas que quedan excluidas de la póliza. Lo que significa que, en estos supuestos, el dinero no se pagará a los beneficiarios.
¿Cómo tributa un seguro de vida por fallecimiento?
Tras cobrar la indemnización de un seguro de vida por fallecimiento, el beneficiario está obligado a abonar el impuesto de sucesiones (ISD). La cuantía de este impuesto varía según la Comunidad Autónoma donde resida el beneficiario y el valor del capital cobrado, oscilando entre el 7,65% y el 34%.
Además, existen reducciones y bonificaciones fiscales aplicables a este tipo de transmisiones en función del parentesco con el asegurado, la edad del beneficiario (los menores de 21 años tienen una reducción considerable) o su grado de minusvalía. En general, los beneficiarios sin relación familiar con el asegurado tienen una carga impositiva mayor.
Otro dato importante es que el capital recibido por el beneficiario de un seguro de vida por fallecimiento no tributa en el IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas), ya que se considera parte de la herencia y, por lo tanto, sujeto al ISD.
¿Qué es un seguro de vida por fallecimiento?
Ya sabes cuánto se cobra por un seguro de vida por fallecimiento y cómo tributa, pero tienes claro qué es y para qué sirve este tipo de póliza. Te lo contamos.
En palabras sencillas, un seguro de vida por fallecimiento es un contrato entre un asegurado y una compañía de seguros. A cambio de pagar unas primas periódicas, la aseguradora se compromete a retribuir a los beneficiarios designados en la póliza una suma de dinero concreta cuando el asegurado fallece. Este capital está pactado previamente por el titular y la compañía.
El objetivo de este dinero es ofrecer sostén económico a la familia en esos momentos críticos. Se puede destinar a los fines que el o los beneficiarios consideren más adecuado.
Algunos de los más habituales son liquidar deudas pendientes (hipotecas, tarjetas de créditos u otros préstamos), financiar la educación de los hijos o, sencillamente, mantener el nivel de vida asegurando unos ingresos mínimos.
También hay quien decide destinar parte del capital cobrado a afrontar los gastos de sepelio, en caso de no contar con un seguro de decesos.
Una persona puede decidir contratar un seguro de vida en cualquier momento, dependiendo de las necesidades financieras y personales que tenga.
Aunque es cierto que hay ciertos momentos vitales más propensos a contratar este tipo de pólizas, como, por ejemplo, cuando compramos una vivienda con una hipoteca, formamos una familia o afrontamos un cambio de empleo.
¿Cómo decidir qué capital contratar en el seguro de vida por fallecimiento?
Sin duda, esta es una decisión crucial para quien se disponga a contratar esta póliza. ¿Por qué? Sencillamente, porque la indemnización a cobrar va a tener un impacto directo en la vida de los que le rodean cuando muera.
Hay que pensar que cada persona es distinta y sus circunstancias también. Por lo tanto, cada titular debe adaptar la póliza de vida a su medida y establecer el capital a cobrar de acuerdo a su realidad.
¿Qué deberías tener en cuenta si eres tú quien tiene que acordar cuánto dinero recibirá el beneficiario de tu seguro de vida por fallecimiento en caso de tu defunción?
1. Evalúa las necesidades financieras y familiares
Deberías calcular el total de deudas que podrían quedar pendientes cuando mueras, como el monto restante de hipotecas o créditos. También ten presentes los gastos mensuales para mantener el estilo de vida actual de las personas que pueden depender de ti (alquiler, manutención, educación, salud, transporte, cuidados…).
Por otro lado, prevé una cantidad suficiente para cubrir emergencias imprevistas. Asimismo, valora otros supuestos como cubrir los gastos de cuidado (si tienes niños pequeños u otras personas dependientes), asegurar la educación universitaria de tus hijos o apoyar la jubilación de tu cónyuge en tu ausencia.
2. Analiza ingresos actuales y futuros
Tus ingresos actuales y proyectados influyen en la capacidad de tus seres queridos para afrontar los gastos sin tu ayuda. Valóralos.
Además, considera otras aportaciones familiares. Por ejemplo, si tu cónyuge o pareja también proporciona ingresos al núcleo familiar, considera si el seguro debería cubrir la totalidad de los gastos o tan solo una parte.
Con esto en mente, calcula el ingreso anual que tu familia necesitaría reemplazar y multiplícalo por el número de años que deseas proveer de este ingreso a tus beneficiarios cuando abandones este barrio.
3. Considera tu capacidad de pago
Considera el seguro de vida como un refugio, no como una losa que hay que arrastrar toda la vida. Ten en cuenta que, en función del capital que asegures y de otros factores como tu edad o tu sexo, la prima que pagas para mantener tu seguro cada año subirá o bajará.
Por tanto, trata de elegir un capital que te permita pagar las primas del seguro sin comprometer tu presupuesto familiar actual.
Recuerda que no se trata de ahogarte en vida para poder garantizar la tranquilidad de los tuyos cuando te vayas, sino de vivir con comodidad, disfrutando del día a día y destinando un pequeño porcentaje de tus ingresos actuales a costear el precio de tu seguro de vida.
4. Busca asesoramiento profesional
Contratar una póliza de vida y decidir el capital a asegurar no debe hacerse a la ligera ni atendiendo a la primera oferta que te llegue. La elección debe ser fruto de un proceso de investigación que te permita tomar una decisión informada, consecuente y realista.
Puedes llevar a cabo este trabajo por tu cuenta buscando en Internet o consultando a otros usuarios de este tipo de productos. Aunque nuestra recomendación es que te pongas en manos de expertos. Los mediadores de seguros están para eso.
Desde Segurzon te ofrecemos nuestra ayuda. Podemos comparar diferentes seguros de vida para aconsejarte la póliza que mejor se adapte a tu realidad. Trabajamos con las principales compañías del mercado para ofrecerte la que más encaje contigo.
Pero no nos quedamos ahí. Estamos a tu lado para ir actualizando tu seguro de vida con el tiempo a medida que tú progresas y tus necesidades cambian.
Porque tú yo de hoy no será el mismo que tú yo del mañana. Y tu seguro de vida debe evolucionar contigo. Si lo que te decimos resuena contigo, solo tienes que contactar con nosotros y nos pondremos en marcha.