El seguro médico y los autónomos son como el chocolate y los churros: encajan a la perfección. Ser autónomo implica estar al tanto de proveedores, facturas, clientes… ¡Ah! Y, por supuesto, de tu bienestar, porque tú eres tu mayor activo y, si tú caes, tu negocio también.
Piensa que, si te enfermas o necesitas atención médica urgente, tu negocio puede resentirse, y aquí es donde un buen seguro de salud marca la diferencia. Pero, además de proteger tu salud, ¿sabías que el seguro médico puede ayudarte a ahorrar en impuestos?
Si te has preguntado si puedes desgravar el seguro de salud en tu declaración de la Renta, sigue leyendo. Te contamos todo lo que necesitas saber para convertir tu cuidado personal en una ventaja fiscal.
¿Se puede desgravar el seguro médico un autónomo?
Sí, un trabajador autónomo se puede desgravar el seguro médico en la declaración de la Renta con un límite de 500 € anuales por persona (1.500 en caso de discapacidad) siempre que esté en régimen de estimación directa. Este gasto debe estar relacionado con su actividad profesional y registrado en su contabilidad.
Así aparece reflejado en el artículo 30 de la ley de IRPF: “Las primas de seguro de enfermedad satisfechas por el contribuyente en la parte correspondiente a su propia cobertura y a la de su cónyuge e hijos menores de veinticinco años que convivan con él. El límite máximo de deducción será de 500 euros por cada una de las personas señaladas anteriormente o de 1.500 euros por cada una de ellas con discapacidad”.
Este gasto se considera deducible porque, para Hacienda, mantener la salud es esencial para que puedas seguir generando ingresos como trabajador por cuenta propia.
Y, la verdad, tal y como está funcionando la Seguridad Social, con listas de esperas cada vez más extensas, contratar un seguro de salud es una de las mejores decisiones que puedes tomar como autónomo.
Requisitos para desgravar el seguro médico como autónomo
Para que, como trabajador autónomo, te puedas desgravar el seguro médico en Renta, es necesario que cumplas con una serie de requisitos. Si lo haces… ¡estarás dentro! Veamos cuáles son.
- Ser autónomo: Es indispensable estar dado de alta como trabajador por cuenta propia en la Seguridad Social y Hacienda mediante el modelo 036 o 037 en estimación directa (si calculas el rendimiento por el método de módulos, no podrás desgravarte la prima).
- Debe cubrir a personas concretas: Puedes incluir el seguro que cubre tu propia salud (como titular del seguro y autónomo), la de tu cónyuge (siempre que esté registrada como tal en tu situación familiar) y la de tus hijos menores de 25 años.
- Límites de deducción: Se pueden deducir hasta 500 € al año por persona asegurada y si algún miembro de la familia tiene discapacidad, el límite sube hasta 1.500 € anuales.
- Relacionado con la actividad profesional: Aunque el seguro de salud es un gasto personal, Hacienda lo permite como deducción porque afecta directamente a tu capacidad de trabajo.
- Registro contable adecuado: El pago del seguro debe estar registrado en la contabilidad con la factura de la aseguradora y debe abonarse desde una cuenta bancaria asociada a tu actividad profesional para que sea considerado un gasto deducible.
Si no se cumplen estas condiciones, Hacienda puede negar la deducción del seguro médico. Esto podría derivar en sanciones económicas o ajustes en tu declaración de la Renta. Por eso es fundamental llevar un registro detallado y cumplir con las obligaciones fiscales.
¿Cuánto desgrava un seguro de salud a un autónomo?
Un autónomo puede desgravar hasta 500 € anuales por persona asegurada en su seguro de salud. Este límite se aplica tanto para el autónomo como para su cónyuge y sus hijos menores de 25 años que conviven en el mismo domicilio. Si alguno de los asegurados tiene una discapacidad reconocida, el límite asciende a 1.500 € anuales por persona.
➡️ Vamos a verlo con un ejemplo. Imagina que contratas un seguro de salud familiar que te cubre a ti como autónomo, a tu pareja y a dos hijos menores de 25 años. En este supuesto, podrás desgravar hasta 2.000 € al año (500 € x 4 personas). Y, si alguno de ellos tiene una discapacidad, el deducible total podría llegar a 3.000 € (1.500 € por el asegurado con discapacidad + 500 € por cada uno de los demás).
Es importante tener en cuenta que solo se desgravan las primas pagadas durante el año fiscal. Además, los límites son por persona, no por el coste total del seguro, es decir, que si pagas 700 € al año por tu seguro individual, solo podrás deducirte 500 €.
¿Cómo meter el seguro médico en la declaración de la Renta?
Para meter el seguro médico en la Renta como autónomo tendrás que rellenar la casilla 200 de la declaración que corresponde con “primas de seguros” dentro del apartado D1 señalado como “rendimientos de actividades económicas en estimación directa”.
Verás que es muy sencillo. En el modelo 100 (declaración de la Renta), haz lo siguiente:
- Accede al apartado: “Rendimientos de actividades económicas” en tu declaración.
- Ve a la sección: “Gastos fiscalmente deducibles“.
- Introduce el importe deducible del seguro de salud en la casilla 200, respetando los límites establecidos:
- Máximo de 500 € anuales por asegurado.
- Máximo de 1.500 € anuales por asegurado con discapacidad.
Como pasos previos, recuerda que es fundamental tener registrado este gasto de forma adecuada en tu contabilidad para justificarlo ante Hacienda. Para ello, necesitas la factura con el coste detallado de la prima, el periodo de cobertura y las personas aseguradas. Y debes tener guardado el recibo o extracto bancario que acredite que has pagado la prima.
Lo mejor es que, si tienes dudas, busques la ayuda de un asesor fiscal o un gestor especializado para asegurarte de que todo está en orden y aprovechar al máximo las deducciones disponibles.
¿Merece la pena contratar un seguro médico por las deducciones?
Ahora que sabes que puedes desgravar el seguro de salud en tu próxima Renta como autónomo y los pasos que debes dar para hacerlo, toca hacerse la pregunta del millón: ¿merece la pena contratar un seguro médico?
Porque sí, las deducciones son un buen incentivo, pero no es, ni mucho menos, la principal ventaja de una póliza de salud para un trabajador por cuenta ajena.
Lo que el seguro te aporta es la tranquilidad de saber que tendrás acceso rápido y de calidad a servicios de salud si caes enfermo. Como autónomo, perder días de trabajo por problemas médicos y por una atención sanitaria deficiente puede suponer un duro golpe económico.
Con una póliza privada te evitas largas listas de espera y te garantiza un acceso ágil a especialistas, pruebas diagnósticas y tratamientos. En definitiva, ganas en paz mental y en calidad de vida, algo que, como sabrás, impacta directamente en tu rendimiento laboral.
Entonces, ¿merece la pena? Sí, si lo valoras como una inversión en tu salud y bienestar. Más allá de poder desgravar el seguro en tu próxima declaración, el verdadero valor de un seguro médico está en la rapidez, calidad y accesibilidad de la atención sanitaria que te ofrece.
Haz números y evalúa si se ajusta a tus necesidades, pero recuerda que, a largo plazo, la salud siempre es la mejor inversión. Además, un seguro no tiene por qué salirte caro. Con nuestro comparador de seguros de salud vas a poder estudiar la oferta que más te convenga en apenas unos segundos. ¿Te animas a probarlo?